Entrevistamos a Aritz Gartzia, CEO y cofundador de Ekomodo, compañía dedicada al reciclaje nacida en 2019.
¿Qué es Ekomodo?
Ekomodo es una startup guipuzcoana de reciclaje y economía circular que nace en 2019 en el Departamento de Innovación de una empresa en la que se reciclan botellas de plástico. Empezamos a fabricar diferentes productos para el día a día como accesorios que podemos tener en el trabajo o la oficina, como fundas de ordenador, mochilas, carteras o cuadernos. Y los comenzamos a hacer con botellas de plástico, a partir de un hilo que sale de los envases.
En el proceso de fabricación, además de usar materiales sostenibles o reciclados, lo que hacemos lo fabricamos con determinados talleres que están en nuestro entorno, cerca de donde está la oficina, o también en Vizcaya o incluso Madrid o Andalucía. Son talleres locales que en su mayoría emplean a personas en riesgo de exclusión. A partir de la fabricación de nuestros productos, podemos generar empleos y unas horas de trabajo que tengan, además de impacto medioambiental, impacto social.
Los productos de Ekomodo
¿Cuáles de vuestros productos destacarías?
El primer modelo que lanzamos hace tres años fue la funda HAZI, que la rediseñamos un año más tarde. Es el producto que más hemos vendido. Es una funda hecha con entre 15 y 20 botellas de plástico. Se trata de un fieltro que sale del hilo del reciclado de las botellas y ese es nuestro producto estrella. A la gente le encanta el diseño. El año pasado lanzamos otra funda de ordenador, que es el producto con el que más nos están caracterizando los clientes, con otro hilo innovador, una poliamida reciclada, que es un hilo que procede de desechos de la industria textil y podemos ofrecer al mercado una funda de colores elástica y muy funcional, la funda APAR.
¿Y los accesorios del hogar ETXE?
Hasta este año nos estábamos caracterizando mucho por tener productos de oficina y productos para la empresa. Después de experiencia del COVID-19, queríamos sacar una gama de productos para el día a día, para que los pudiéramos tener en casa y seguir creando un impacto positivo también en nuestro hogar. Por eso realizamos una investigación sobre qué tipo de materiales podíamos incluir dentro de este nuevo catálogo, qué tipo de proveedores podemos utilizar y cómo podemos combinar diferentes materiales para sacar una colección. Y ahí es donde damos con la empresa Sutargi, de Guipúzcoa, que es un taller social que emplea a más de 130 personas dentro de su grupo. En su taller, tratan la madera de pallets reciclados, la pulen y la lijan para conseguir que ese material, que era un desecho, se pueda convertir en un producto que nosotros podemos tener en el hogar. Dimos con este partner y empezamos a diseñar una colección de cinco productos que pueden estar hechos con madera de pallets reciclados y con fieltros de botellas de plástico. Y gracias a la línea ETXE tenemos productos que están hechos con entre 12 y 20 botellas de plástico. A partir de un pallet podemos sacar mucho producto.
Hemos sacado un soporte para ordenador, que se llama ALTXA, un posavasos, dos tipos de vaciabolsillos, uno con madera y otro con fieltros. Y luego también hemos sacado un neceser para baño. Es una colección pequeñita, de cinco productos, con la que queremos contribuir a hacer un mundo mejor desde casa
Un mundo mejor
¿Alguna diferencia conceptual entre estos accesorios y anteriores trabajos?
En Ekomodo tenemos la misión de empoderar a las personas y las empresas para crear un mundo mejor. Todo lo que impulse ese cambio, bienvenido sea. A nivel conceptual, esta nueva línea encajaba muy bien. Lo que cambia es el material innovador que utilizamos ahora, la madera de pallet reciclado. Ese es el principal factor que cambia. En lo demás, seguimos la misma filosofía de trabajo con talleres locales y con materiales sostenibles.
¿Qué recorrido tiene la madera reciclada?
Al final es un material como cualquier otro que se convierte en un desecho en un momento dado y que tiene muchas salidas: se puede convertir en serrín, en material que luego se puede quemar para crear energía. Pero nuestra solución es la reutilización, transformarlo para que se reutilice. No lo estamos transformando en algo que sea de peor calidad, estamos dándole incluso un valor mayor a ese pallet.
Botellas de plástico
¿Y con las botellas de plástico adónde podemos llegar?
Siempre decimos que el mejor residuo es el que no se genera. Cuanto menos residuo haya en el mundo, mucho mejor para todos. Ahora bien, una vez que esos residuos se han generado, lo importante es que no terminen en un vertedero, en la tierra o en el mar. Que sean utilizados para hacer otras cosas. Y es un poco lo que queremos hacer nosotros con Ekomodo. En el caso de las botellas de plástico y a día de hoy se consumen un millón de botellas de plástico por segundo. Y esa cifra lo que genera es muchísimo residuo, material que se puede transformar en un hilo con el que también podemos hacer un producto como los de Ekomodo.
¿Sostenibilidad y diseño son conceptos que pueden ir juntos?
Con nuestra marca lo que queremos posicionar es que la basura puede ser bonita. Queremos cambiar ese estigma que hay con el producto reciclado. La gente cree que es cutre, de peor calidad. Si además de reciclado, es feo, a la gente no le va a gustar. La marca lo que quiere posicionar es este tipo de productos que, además de ser reciclados y fabricados en un taller por personas en riesgo de exclusión social, sean buenos, de calidad, aporten un mensaje y sean estéticos. Nosotros tenemos un equipo de diseño que busca hacer los productos con la máxima belleza posible, que sea un diseño minimalista que enamore a la gente.
Inserción laboral
¿Un producto sostenible puede ser rentable económicamente?
En Ekomodo decimos que un producto sostenible puede ser rentable, otra cosa es que pueda competir con otro que no sea sostenible. Es un producto de nicho en el que trabajamos personas cada vez más concienciadas. Las mentes han cambiado más deprisa que los bolsillos. La transformación se está dando muy poco a poco. Tenemos el reto las empresas como la nuestra de conseguir un producto más competitivo a nivel estético, de fabricación, de precio, de calidad, pero también hay un trabajo que tiene que hacer el consumidor de apostar por lo ecológico.
Ekomodo favorece el empleo…
Cuando empezamos a buscar los talleres donde coser nuestros productos y nos topamos con algunos que emplean personas en riesgo de exclusión empezamos a fabricar allí, porque le daba un impacto mayor al proyecto. Queremos crear un impacto positivo en las personas y el planeta, queremos ver hasta qué punto esta sostenibilidad puede calar en el mercado. Ahora trabajamos con seis o siete talleres de este tipo.