La antigüedad de una gran cantidad de edificios en España ha convertido el parque inmobiliario en un sistema ineficiente. Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), solo un 20% de los edificios consume lo justo para llegar al nivel óptimo de bienestar, lo que quiere decir que la mayoría de edificios es energéticamente ineficiente. La circunstancia se agrava con la pobreza energética de muchas familias.
El Green Building Council de España estima que un 25% de los hogares españoles se encuentran en una situación de pobreza energética. Para la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024, están afectados entre 3,5 y 8,1 millones de personas. Los datos que proporciona Kokono indican que el 75% de los edificios en Europa no tienen una eficiencia energética óptima.
Hacer frente a la pobreza energética
El ahorro energético en casa es fundamental para afrontar los precios de la energía, pero, tal y como declara el cofundador de Kokono, Pelayo Muñoz, “invertir en una buena rehabilitación del inmueble es mucho más efectivo a largo plazo. Poder analizar cuáles son las deficiencias de los edificios para hacer los cambios necesarios con tal de ahorrar consumo energético evitará problemas como los que se presentan para Europa de cara a este invierno”.
En el marco de esta carrera por la transformación energética de los activos residenciales, la compañía Kokono, experta en diagnosticar, planificar y aplicar soluciones energéticas en activos inmobiliarios, comparte una guía de recomendaciones para hacer del hogar un espacio más eficiente energéticamente. “Con estas soluciones hacemos los hogares más eficientes desde un punto de vista energético, saludables y de mayor confortabilidad” señalan los expertos de Kokono.
Recomendaciones estructurales
- Mejorar los aislamientos térmicos interiores y exteriores. Según Kokono, es preferible que para el aislamiento del exterior del edificio se utilicen técnicas como una buena fachada ventilada o el SATE (Sistemas de Aislamiento Térmico Exterior) para edificios de viviendas. Esto consiste en la instalación de un material aislante en el exterior de la casa, mejorando el confort térmico de esta y permitiendo un ahorro energético considerable. Lo mismo sucede con la cubierta: colocar material aislante en esta es clave para reducir las pérdidas de energía que se producen por la cubierta.
- Cambiar las ventanas a unas de PVC. Las ventanas hechas de este material están actualmente muy demandadas gracias a sus características aislantes. Si además se escogen vidrios de baja emisión y con control solar, la vivienda gozará de una mejor calidad térmica y se podrá reducir el uso de calefacción o aire acondicionado.
Recomendaciones para reducir el consumo
- Inclinarse por el autoconsumo. Con tal de reducir un consumo energético que provenga de fuentes no renovables, Kokono propone optar por otras alternativas como el aprovechamiento de la energía solar (paneles fotovoltaicos), de la energía del aire (aerotermia) o del calor (geotermia). Son opciones que no requieren la combustión de ningún material, son renovables y permiten sustituir otras fuentes como la electricidad. Los portavoces de Kokono afirman que “es imprescindible impulsar el autoconsumo tanto a nivel particular como en las comunidades de propietarios”.
- Apostar por luz y electrodomésticos de bajo consumo. Un cambio hacia una iluminación de bajo consumo o LED es uno de los primeros pasos para hacer frente al encarecimiento de la luz. Lo mismo sucede a la hora de escoger los electrodomésticos: elegir aquellos que lleven consigo una etiqueta energética A+++ puede suponer un gran ahorro de energía.
- Cambiar o renovar instalaciones de Agua Caliente Sanitaria (ACS), refrigeración y calefacción más eficientes. El consumo energético destinado al agua caliente puede suponer una considerable parte del consumo, por lo que optar por un sistema más eficiente es imprescindible a la hora de reducir el consumo de energía. Una buena opción es una bomba de calor ACS, que aprovecha el calor del aire, empleando así menos electricidad. Por lo que se refiere a una calefacción y refrigeración energéticamente eficientes, se pueden escoger sistemas de aerotermia, calderas de biomasa o sistemas evaporativos, entre otros recursos.
- Control con domótica, sondas de temperatura y válvulas electroestáticas. Son herramientas muy útiles para tener un control de climatización ambiental, iluminación, ventanas o regulación del agua, entre otras variables. Disponer de estos recursos de control puede evitar pérdidas de energía y, por tanto, un mayor ahorro.