
Salvatore Macrì
La situación provocada por la guerra de Ucrania ha hecho que la crisis de los microchips se alargue más de lo que se esperaba. Los expertos preveían que durante el año 2022 se comenzaría a solucionar la falta de stock provocada por la insuficiencia de semiconductores; sin embargo, dada la situación actual, se prevé que las demoras en la venta de productos tecnológicos continúen de forma indefinida. El motivo principal es que Ucrania es uno de los mayores productores de gas neón en el mundo, elemento indispensable para los láseres utilizados en la fabricación de chips, siendo Rusia otro de los grandes generadores de este gas.
La crisis de los semiconductores, que ha afectado también a otros campos como el de la automoción, trae más que nunca la necesidad de realizar un cambio en la forma de consumo de los productos tecnológicos. La compra de teléfonos reacondicionados podría ser la solución para reutilizar los materiales necesarios en la creación de estos artículos y evitar así el colapso de la fabricación de los smartphones, que está provocando un retraso de hasta cuatro meses en la venta de algunos móviles.
Una revolución en el sector de la telefonía móvil
Para fabricar un teléfono nuevo se necesitan más de 200 minerales, entre los que se encuentran el aluminio, el coltán, el terbio, o el neodimio. Algunos de estos materiales, indispensables para fabricar un smartphone, se encuentran solamente en algunos países, lo que crea una dependencia a nivel mundial. Una crisis económica y política, como la sucedida en Ucrania puede afectar a la producción en todo el planeta.
Por lo tanto, contar con una opción alternativa al uso de estos elementos tan específicos puede posibilitar que la producción tecnológica global sea mucho más sostenible. El aumento en la venta de smartphones seminuevos supondría una revolución en el sector de los teléfonos y reduciría considerablemente la dependencia de los países productores de materiales no renovables, algo que ahora mismo es indispensable para mantener la sostenibilidad de la fabricación tecnológica.
Un giro económico y ecológico
Si se cambiara la forma de consumo de smartphones sustituyendo la compra de teléfonos nuevos por la de dispositivos reacondicionados se conseguiría reducir un 84% la emisión de CO2 a la atmósfera. Además, se podría frenar la extinción de materiales no renovables, necesarios para la producción de estos aparatos y se abarataría este mercado a nivel global, ya que los teléfonos reacondicionados pueden llegar a costar un 70% menos que los nuevos.
Por último, aumentando la compra de estos productos se reduciría considerablemente el uso de materiales tóxicos, ya que para la creación de un smartphone nuevo se necesitan más de 40 materiales contaminantes.
En la actualidad estamos viviendo numerosos cambios sociales y políticos en todo el mundo que están poniendo de manifiesto la insostenibilidad de la producción tecnológica tal y como la conocemos. Está en la mano de todos cambiar la forma de consumo de estos productos para poder contar con smartphones más económicos, ecológicos y sostenibles.