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ARTÍCULO DE OPINIÓN | Sostenibilidad y BIM: la unión perfecta para un futuro más verde en la construcción

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BIM (Building Information Model) es una metodología de trabajo que se utiliza en la industria AEC (arquitectura, ingeniería y construcción) para la gestión de información de los activos. Ya sean edificaciones, infraestructuras de obra civil, instalaciones industriales o energéticas. Esta metodología se basa en la creación de modelos tridimensionales ricos en datos de valor, en los que se integran todas las disciplinas y permite optimizar todos los procesos de la vida del activo, desde la planificación hasta la ejecución, pasando por el diseño, la gestión y el mantenimiento.

La principal característica de la metodología BIM es su capacidad para contener datos precisos y reales de cualquier tipo, relativo a los modelos o a sus unidades más elementales. Dentro de esta información se pueden incorporar datos ligados a la sostenibilidad, a la eficiencia energética e incluso a la gestión ambiental de los proyectos. Esta información puede ser precargada en las etapas de diseño y construcción o puede ser información que se tome e incorpore a los modelos durante la fase de explotación del activo.

Gracias a la gran variedad de softwares que encontramos en la metodología BIM se pueden incluir los datos de múltiples formas, desde la carga manual desde bases de datos con la información de cada elemento, hasta la generación automática por medio de simulaciones de todo tipo, como pueden ser simulaciones energéticas y análisis de ciclo de vida de los materiales utilizados en la construcción, lo que permite tomar decisiones basándonos en una mayor cantidad de información y aplicar variables de sostenibilidad real.

Sostenibilidad y BIM, hacia la eficiencia energética y huella de carbono

Gracias a todas estas simulaciones es posible mejorar la eficiencia energética y reducir la huella de carbono en proyectos de todo tipo.

Cada vez es más conocido por los profesionales de la ingeniería y arquitectura, que ya trabajan en BIM, que esta metodología favorece la optimización de muchos de los procesos y es evidente, que con los conocimientos adecuados de BIM, cada profesional puede implementar nuevos procesos que le permitan ser más eficiente en sus respectivas áreas. En materia de sostenibilidad un estudio realizado por la Universidad de Stanford encontró que los edificios construidos con la metodología BIM redujeron el consumo de energía en un 50% en comparación con los edificios construidos sin esta herramienta.

Además, el uso de BIM también puede ayudar a reducir el desperdicio de materiales por la optimización en la utilización, entrada a obra y acopio en fase de construcción. Un estudio realizado por la Universidad de Salford encontró que el uso de BIM en la planificación y diseño de un edificio puede reducir el desperdicio de materiales en un 80%.

Otro aspecto importante de la sostenibilidad que puede ser abordado con BIM es la gestión del agua. Un estudio realizado por la Universidad de Manchester encontró que el uso de BIM puede reducir el consumo de agua en un 33% en comparación con los edificios construidos sin esta herramienta. Esto se debe a que BIM permite una mejor planificación y monitoreo del uso del agua, lo que reduce el desperdicio y optimiza el consumo.

Para comprender esta afirmación hay que tener en cuenta que, en general, las edificaciones, plantas industriales y las instalaciones energéticas son responsables de una gran cantidad de consumo de agua dulce, ya sea en su construcción o en su funcionamiento diario. En la fase de construcción, se utiliza agua para diferentes mezclas, mientras que, en la fase de operación, el agua se utiliza para el suministro de agua potable y la eliminación de aguas residuales.

El uso de BIM puede ayudar a reducir el consumo de agua en ambos casos. En la fase de construcción, BIM puede permitir a los diseñadores y constructores planificar con anticipación el uso del agua y minimizar el desperdicio. Gracias a BIM los diseñadores pueden optimizar la cantidad de materiales necesarios, lo que a su vez reduce la cantidad de agua necesaria para su mezcla.

En la fase de operación, tal y como hemos indicado antes, en los activos gestionados aplicando esta metodología es posible que sus modelos de gestión puedan albergar infinidad de datos de valor. Lo que puede permitir a los propietarios y administradores de activos monitorear y controlar el consumo de agua de manera más eficiente. Por ejemplo, al utilizar un modelo BIM para la gestión del edificio, los propietarios pueden identificar oportunidades para mejorar la eficiencia del uso del agua, como la instalación de sistemas de riego inteligentes o la recolección de agua de lluvia. En conclusión, el uso de BIM puede tener un impacto significativo en la reducción del consumo de agua en la construcción y operación de activos. Al utilizar la tecnología BIM para planificar y monitorear el uso del agua, los diseñadores, constructores y propietarios de edificios pueden mejorar la eficiencia y reducir el impacto ambiental de los edificios e infraestructuras.

La unión de sostenibilidad y BIM, también en la obra civil

Hablando de sostenibilidad en obra civil tenemos diferentes estudios que reflejan que apoyándonos en la metodología BIM se puede ayudar a mejorar la sostenibilidad. Por ejemplo, un estudio realizado por la Universidad Politécnica de Cataluña encontró que el uso de BIM puede reducir hasta un 30% el consumo energético en la construcción de infraestructuras de transporte, como carreteras y ferrocarriles.

Además, BIM también puede ayudar a reducir el impacto ambiental de la obra civil. Un estudio realizado por la Universidad de Cantabria encontró que el uso de BIM puede reducir hasta un 50% el consumo de agua en la construcción de infraestructuras hidráulicas, como presas y canalizaciones.

Por último, uno de los factores más importantes a valorar en materia de sostenibilidad es la gestión de residuos, en este orden, un estudio realizado por la Universidad de Granada encontró que el uso de BIM en la planificación y diseño de la construcción de infraestructuras puede reducir hasta un 70% la cantidad de residuos generados durante la ejecución de la obra, debido a la optimización de los recursos materiales de la obra.

En resumen, la utilización de BIM es en sí mismo, es una mejora de la gestión de información en el diseño, construcción y explotación de activos y puede contribuir significativamente a la sostenibilidad de los mismos. La capacidad de BIM para aportar datos precisos y reales sobre la sostenibilidad, así como para realizar simulaciones energéticas y análisis de ciclo de vida de los materiales, lo convierte en una herramienta imprescindible para la construcción sostenible.

Referencias bibliográficas:

AUTOR: Gonzalo García Sanz, Responsable de EADIC BIM Consulting & Solutions

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