El 31 de octubre se celebra el Día Mundial de las Ciudades, fecha instaurada por la Asamblea General de la ONU en 2014. En ese momento, ONU Hábitat impulsó una iniciativa denominada Octubre Urbano con el objetivo de visibilizar los retos mundiales e implicar a la comunidad internacional en el desarrollo de la Nueva Agenda Urbana, aprobada en octubre de 2016 en la ciudad ecuatoriana de Quito en el curso de la Conferencia de Hábitat III. En el horizonte, configurar un modelo de ciudades sostenibles.
Esta Nueva Agenda Urbana es una ampliación del Objetivo de Desarrollo Sostenible 11. El Día Mundial de las Ciudades pretende despertar el interés en la urbanización y alentar la cooperación entre los países para aprovechar las oportunidades y afrontar los desafíos planteados por el urbanismo, así como para contribuir al desarrollo urbano sostenible en todo el mundo.
El modelo de las ciudades sostenibles
Más de la mitad de la población mundial (un 54%, es decir 4.000 millones de personas) habitan en ciudades. En las últimas décadas. el crecimiento ha sido vertiginoso. Está previsto que en 2030 sean 5.000 millones de personas las que vivan en núcleos urbanos (el 60%). Y que en 2050 llegue a dos tercios de la población la que resida en ciudades.
Ciudades y áreas metropolitanas son los motores del desarrollo económico, pues contribuyen al 60 % del PIB mundial. En el reverso de la historia, representan el 70% de las emisiones de carbono mundiales y consumen más del 60% de los recursos. Esta urbanización desmesurada favorece el crecimiento de habitantes en barrios pobres, infraestructuras y servicios inadecuados (la recogida de residuos, sistemas de agua y saneamiento, carreteras y transporte), y aumento de la contaminación.
El cumplimento del ODS 11, lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles, resulta vital para salvar a la humanidad de crecimiento exponencial de habitantes en las ciudades de todo el mundo. Es urgente buscar modelos más ecológicos y saludables para organizar el espacio. Porque una ciudad sostenible concede calidad de vida a sus habitantes sin poner en riesgo los recursos y procura el bienestar del ciudadano y la justicia social.
Aspectos fundamentales
Toda ciudad, y más si es sostenible, está en continua evolución. Lo único que se repite es el justo equilibrio entre desarrollo y bienestar. Por eso existen algunas condiciones esenciales, aunque todas tienen su importancia:
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Acceso a recursos públicos. Los habitantes de una ciudad sostenible deben tener educación de calidad, centros de salud adecuados, transporte público accesible, recogida de basuras, seguridad y buena calidad del aire.
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Renovación urbana. El espacio público requiere su transformación: calles, plazas y parques deben modificarse para servicio del ciudadano, eso sí, sin olvidar la conservación del patrimonio cultural.
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Limitación de emisiones de CO2. La reducción de CO2 y otros gases nocivos para la capa de ozono sirve para valorar el grado de compromiso con el medio ambiente de un núcleo urbano. Para conseguirlo se debe promover el uso de las energías renovables, ofrecer medios alternativos de transportes y adaptar las viviendas para que ahorren agua y energía.
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Impulso del Comercio Justo. Consumo desaforado no casa con ciudad sostenible, donde se apuesta por modelos como el Comercio Justo que fomentan la compra local y las redes de personas productoras que respetan el entorno.
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Las tres R: reducir, reutilizar y reciclar. Los responsables municipales deben poner en marcha iniciativas de concienciación sobre la importancia del reciclaje y el consumo responsable, es decir, las famosas tres R: reducir, reutilizar y reciclar.
Otras claves
Por ciudades sostenibles se entienden aquellas con una adecuada movilidad, eficiencia energética y de recursos hídricos, con menor contaminación acústica y en la que se crean espacios públicos con áreas verdes al servicio del ciudadano.
También se caracterizan por su arquitectura bioclimática, donde se diseñan edificios valorando las condiciones climáticas y del entorno mediante el aprovechamiento de recursos como el sol, la vegetación, la lluvia o la dirección del viento para amortiguar el impacto ambiental de las construcciones.
Clasificación
El Índice de Ciudades Sostenibles 2022 de Arcadis sitúa a Madrid y Barcelona entre las 50 ciudades más sostenibles del planeta, en el lugar 28 y en el 49, respectivamente. La lista se realiza con la media de las puntuaciones en tres asuntos: planeta, personas y beneficios. Oslo, Estocolmo y Tokio encabezan la lista, que también coloca en el ‘top 10‘ a otras capitales europeas como Copenhague, Berlín y Londres, a las que siguen Seattle, París, San Francisco y Ámsterdam.
En el apartado del planeta, se analiza la calidad de los factores medioambientales, como la contaminación del aire, los espacios verdes, la gestión de residuos, el consumo energético, las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero, las energías renovables y los medios de transporte sostenibles. La mejor puntuación aquí la consiguió Oslo.
Por lo que respecta a las personas, se mide la calidad de las infraestructuras sociales, como la calidad de vida y asuntos relacionados con la salud, la educación, la delincuencia, la infraestructura de transportes o la banda ancha. Glasgow logró la mejor valoración en esta especialidad.
En cuanto a los beneficios, se analiza la calidad de la economía, el entorno e infraestructuras empresariales, la accesibilidad, el desarrollo económico o el empleo. El índice de Arcadis señala a Seattle como líder en esta cuestión.
Herramientas
La Guía hacia las ‘Ciudades de 15 minutos y Territorios de 45 minutos’ que publicó el Foro Nesi contiene propuestas para que las distintas administraciones puedan obtener ciudades sostenibles. Se trata de que todo ciudadano tenga las necesidades cubiertas en un radio inferior a 15 minutos a pie o en bicicleta si habitan en una ciudad, o en un tiempo máximo de 45 minutos si vive en el entorno rural.
La guía propone los usos mixtos del suelo, utilización flexible de espacios y edificios, renaturalización y promoción de la biodiversidad, igualdad y cohesión social, reactivación de la economía local o la búsqueda del equilibrio territorial.