En 2035 entra en vigor la norma que prohíbe vender vehículos de combustión en Europa para reducir a cero las emisiones de CO2 permitidas. Estos cambios están en la línea de implantar una regulación más sostenible, nuevos hábitos de consumo y el advenimiento de tecnologías cada vez más disruptivas, lo que abre la puerta a una nueva era en la industria de la automoción que, sin duda, estará protagonizada por el desarrollo de nuevas fórmulas de movilidad híbridas, eléctricas y de hidrógeno. Todo con el objetivo de acabar con las emisiones contaminantes.
Con este contexto, los fabricantes de automóviles tendrán además que adaptarse a la normativa de emisiones Euro 7, aunque todavía sin aprobarse en la Comisión Europea. La futura regulación obligará a instalar nuevos sistemas anticontaminación, lo que conllevará la implantación de protocolos y herramientas para que la ITV pueda verificar su estado. “Precisamente por este motivo se están estudiando nuevos métodos para medir la exposición a partículas (PM) o las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx). De hecho, Bélgica, Alemania y Países Bajos ya disponen de equipos y han comenzado a utilizarlo en las inspecciones técnicas periódicas”, explica Juan Portillo, director técnico de la División de ITV de TÜV SÜD España.
Niveles de emisiones contaminantes
Actualmente, se aplica la normativa Euro 6D, que está en vigor desde 2019 aunque ha sido actualizada hasta en dos ocasiones para implementar un software obligatorio en la centralita del vehículo capaz de medir el consumo del coche. El Manual de Inspección aplicado en las estaciones ITV ha ido modificándose para la adaptación de las pruebas y comprobaciones según el tipo de vehículo y de su antigüedad. En concreto, la prueba de control de las emisiones contaminantes es una de las que más ha evolucionado en los últimos años. Hoy en día, hay distintos niveles máximos de emisiones en función de la fecha de matriculación del vehículo:
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Motores de Para los matriculados antes de 1986, el límite de CO emitido a la atmósfera es del 5%, mientras que para vehículos matriculados desde 2002, que ya disponen de un sistema avanzado de control de emisiones, el valor baja 0,3%.
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Motores diésel. En este caso solo, se controlan las emisiones para vehículos matriculados desde 1980, siendo su valor máximo de opacidad de 3,0 m¯¹ para motores turboalimentados. El valor desciende a 0,7 m¯¹ para los actuales motores Euro
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Motores desde nivel Euro 5/V. Aparte de las pruebas reseñadas, se lleva a cabo una comprobación electrónica de los fallos que pueda presentar el motor y que pueden no ser indicados en el cuadro de
Seguridad vial
Según el estudio de la UC3M sobre la contribución de la ITV a la seguridad vial, desde el punto de vista del medio ambiente, las estaciones han evitado cerca de 600 muertes prematuras por exposición a partículas (PM) en el año 2021, lo que se traduce en un ahorro económico de al menos 706 millones de euros. “Y, si se eliminase el absentismo de los vehículos turismo, podrían llegar a evitarse 207 muertes prematuras adicionales por exposición a partículas en un año”, recuerda Portillo.
Para mejorar el servicio de las estaciones, TÜV SÜD ITV participa activamente en distintos grupos de trabajo focalizados en el impulso y desarrollo de nuevas soluciones tecnológicas que permitan detectar con más precisión los vehículos que contaminan para repararlos o apartarlos de la circulación. En este sentido, “en colaboración con fabricantes de equipos, estamos realizando pruebas de emisiones para mejorar la detección de partículas contaminantes, incluso sin necesidad de detener el vehículo, un procedimiento que puede ser útil para realizar controles aleatorios por parte de las autoridades”, concluye Portillo.