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Crisis energética: cómo sobrevivir al crudo invierno

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El panorama global antes del invierno es desolador. La deriva inflacionista, la subida de tipos de interés y la crisis energética auspiciada por la guerra de Ucrania han formado una tormenta perfecta de incalculables consecuencias. ¿Habrá racionamiento de energía en algunos países? ¿Se producirán apagones? ¿Hasta dónde puede alcanzar el precio de la energía?

El 21 de octubre se celebra el Día Mundial del Ahorro de Energía, conmemoración que fue instaurada en el 2012 por el Foro Energético Mundial. Se suele aprovechar para concienciar sobre la conservación de los recursos naturales y para lograr eficiencia en el área energética. Es precisamente un buen momento para reflexionar sobre la obligación de extremar medidas que conduzcan a la contención del gasto.

Existen otras iniciativas internacionales en materia de ahorro de energía, como la Hora del Planeta, que se celebra el último sábado del mes de marzo con un apagón eléctrico voluntario de una hora de duración.

Contra la crisis energética

El desarrollo desaforado ha llevado a las naciones a usar recursos como el carbón o el petróleo (los combustibles fósiles), sin hacer cuenta del impacto en el medio ambiente. Junto al fomento de las energías renovables no queda otra (a gobiernos, asociaciones y consumidores) que buscar con ahínco el mayor ahorro posible.

Hay hábitos que pueden beneficiar ese ahorro y competen exclusivamente a los particulares, como usar la luz natural mientras sea posible, desenchufar dispositivos o cargadores que no precisemos, utilizar bombillas de bajo consumo, apagar luces o televisores que no se utilicen, controlar la calefacción y el aire acondicionado, desenchufar los electrodomésticas donde no sea necesaria la conexión continua y descongelar los alimentos a temperatura ambiente, evitando el microondas.

Si el pasado invierno la situación mundial parecía obedecer a los coletazos de la pandemia de COVID-19, el próximo invierno se avecina como la peor crisis energética desde aquellos lejanos tiempos de la crisis del petróleo de 1973. La monumental reducción del suministro de gas ruso, que pretende estrangular a Europa por su apoyo a Ucrania en la contienda bélica, amenaza con poner en un brete a las grandes economías del continente. Vladimir Putin pretende que la Unión Europea (UE) afloje y levante las sanciones contra Rusia. Y no le tiembla la mano ni aunque pudiera provocar apagones temporales.

Miedo a los cortes

Existe una sensación generalizada en Europa de que la situación puede empeorar todavía más. La compañía gasística Gazprom, que controla el Kremlim, ha cerrado el principal gasoducto que une Moscú con la UE, el Nord Stream 1. Como esta decisión entraba dentro del guión, muchos países han acumulado todo el gas que les ha sido posible en sus depósitos. De hecho, en la mayoría de las naciones el almacenamiento está por encima del 80% de la capacidad total.

Este gas almacenado sigue siendo insuficiente, lo que mantiene la escalada de los precios, con la salvedad de España y Portugal, que han sido ‘agraciados’ con la excepción ibérica. Para intentar frenar la sangría, la UE aprobó este verano una medida para reducir el consumo de gas natural un 15% entre el pasado 1 de agosto y el 31 de marzo del año que viene. España, como Portugal o Grecia, no tiene que limitar su consumo hasta el 15% previsto, pero sí deberá reducirlo hasta el 7%.

Ahorro de gas en casa

Existen algunas medidas que se pueden tomar en las viviendas particulares para intentar reducir el consumo de gas:

  • Ajustar la temperatura del calentador. A mayor temperatura, mayor es el consumo que se genera. Se aconseja programar la caldera a 40 grados para así reducir el consumo y usar el agua caliente cuando sea preciso.
  • Controlar la temperatura del hogar. Se aconseja mantener la temperatura entre los 19 °C y 21 °C en invierno, pues cada grado adicional acrecienta el consumo energético un 7%.
  • Un buen aislamiento. Conviene asegurarse de que puertas y ventanas disponen de un buen sistema de aislamiento antes de encender la calefacción. Si se logra la temperatura de confort, el calor generado se retiene y la caldera puede descansar.
  • El radiador, en una zona sin interferencias. No se deben rodear los radiadores con demasiados objetos, porque interfieren en la radiación, lo que obliga a subir el tiempo de uso.
  • Revisión de los radiadores. Debe comprobarse que el funcionamiento de los radiadores es el correcto, principalmente en los primeros días de frío. Si se oyen sonidos como que cae agua o el aparato no calienta de la misma forma en todas las partes, hay que llamar a un técnico para que detecte la avería y se pueda evitar gastar energía de más.
  • Termostatos programables. Con el fin de controlar la temperatura, puede usarse un termostato programable para gestionar los grados de cada estancia también desde el teléfono móvil. Así se podrá calentar solo ciertas habitaciones a ciertas horas o apagar de manera automática la calefacción cuando no hay nadie en la vivienda.

También la luz

No solo el gas, también hay que vigilar la factura de la luz con algunos cambios de costumbres:

  • Uso eficiente de electrodomésticos.Mejor adquirir un electrodoméstico de clase energética eficiente (clase A o clase B). Además, se tienen que utilizar la lavadora y el lavavajillas a plena carga con programas que funcionan a temperaturas bajas.
  • Uso eficiente del frigorífico. Para limitar los efectos de la factura debe evitarse colocar la nevera junto a una fuente de calor, pues gastará más energía. Resulta muy importante que mantenga la temperatura adecuadaen su interior (5°C en el frigorífico y de -18°C en el congelador).
  • Adiós al stand by.El modo stand by sigue consumiendo electricidad. Desenchufar televisión, ordenador, cargador o equipo de música cuando no se utilizan significa una bajada del 10% del consumo.
  • Iluminación inteligente. La luz solar es la mejor para iluminar una vivienda. Es necesario que se utilice siempre que sea posible. Y pagar las luces de las habitaciones desocupadas.
  • Uso de renovables. Los paneles fotovoltaicos han disminuido su coste en los últimos tiempos. Con una calculadora energética se puede llevar a cabo una simulación de ahorro
  • Tarifa apropiada.Existen distintas opciones: PVPC o mercado libre, tarifa fija o tarifa indexada con precio cambiante cada día. Los comparadores permiten el cálculo del ahorro y las características de cada tarifa.

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