
Inês Vaz Pinto, socia de Torres Novas
Prosostenible ha entrevistado a Inês Vaz Pinto, socia y responsable de Marketing y Comunicación de Torres Novas , la marca de textil de baño más antigua de Portugal, refundada hace dos años.
¿Cómo nació Torres Novas y cómo se mantiene en el siglo XXI una empresa que elabora un producto pensado para que dure años? ¿A qué retos os enfrentáis?
Torres Novas es una empresa familiar muy antigua, que data de 1845. Era una empresa muy grande, muy conocida en Portugal. Todas las casas tenían toallas Torres Novas y aún hoy en día la gran mayoría de los hogares la tienen, aunque no lo sepan. Lamentablemente tuvo que cerrar durante la crisis en 2011. La última persona que estaba al frente de Torres Novas, que en ese tiempo se llamaba Compañía de Torres Novas, era el tío abuelo de mi marido. El cierre fue algo un poco difícil de gestionar. Era muy grande, con muchos trabajadores, una empresa muy conocida y antigua. Adolfo de Lima Mayer, el tío abuelo de mi marido, continuó trabajando con textiles de baño, sobre todo de hotelería, con otras fábricas y siempre pensando que un día le gustaría volver a relanzar Torres Novas. Obviamente, las cosas han cambiado mucho en los últimos años. La era digital ha transformado el mundo del negocio. En 2020 hemos entrado con Adolfo tres nuevos socios. En vez de relanzar la marca en todo su esplendor, hemos decidido apostar por “el punto pequeño”. No hacemos los 64 colores típicos que siempre tuvo Torres Novas, hemos elegido los 12 que históricamente se vendían más para empezar de forma más sencilla e ir creciendo de forma responsable.
Las toallas de Torres Novas
¿Qué consejo le darías a una persona que tiene que elegir una toalla de baño? ¿En qué se tiene que fijar?
Las personas nos piden ayuda por email o nos llaman a la oficina. En Torres Novas solo hacemos toallas en algodón. Es importante el diseño. Si estas toallas van a estar contigo muchos años, deben gustarte. Todas nuestras colecciones son muy clásicas, pero todas tienen un diseño distinto. Luego está el gramaje, cuántos gramos de algodón tiene por metro cuadrado la toalla. Normalmente se busca la toalla que tiene más algodón. La colección con más algodón se llama Elegance y presenta 650 gramos por metro cuadrado. Esto se considera un gramaje muy alto. Y normalmente es la que más buscan, la colección más vendida. Pero no quiere decir que sea siempre la más indicada, porque son toallas bastante pesadas, no se secan tan rápido. Con 550, son más sencillas y también están bien. Con 500 es mejor para familias con niños, se secan más rápido.
Vuestro producto es de buena calidad, con buen material. ¿Cómo competís con otras marcas que utilizan materiales y procesos más económicos?
Nuestra marca antes era más accesible porque teníamos nuestra propia producción, fabricábamos y vendíamos mucho. Así que era más fácil tener mejor precio. Hoy en día, nuestros clientes lo son no solo por la marca, que es conocida, sino porque buscan un producto específico. Quieren comprar específicamente Torres Novas. Porque confían en la materia prima y los procesos que utilizamos. Para nosotros es muy importante e intentamos comunicar que somos una empresa socialmente responsable, que pagamos de forma responsable a todo el proceso de producción, pagamos de forma correcta y justa a la fábrica, a las personas que trabajan con nosotros en la oficina, y así nuestros clientes cuando eligen y compran Torres Novas (que sí, que es un poquito más caro que quizá otras marcas) saben que están comprando algo responsable y se identifican con nuestros valores. Porque las toallas llevan buena materia prima, somos una empresa preocupada por la familia, con responsabilidad social con varias asociaciones con las que trabajamos. Creo que cuando se compra Torres Novas es eso lo que se está comprando. La gente nos asocia con historia, tradición y calidad.
Proteger el entorno
¿Y el programa de reciclado?
El programa nació porque cuando relanzamos la marca (y todavía nos pasa) la gente nos felicita, pero nos indica que aún tienen muchas toallas Torres Novas antiguas, y que están en buen estado. No son nuevas, tienen 30 o 40 años, pero aún se utilizan. Y dicen que no tienen espacio para más. Entonces pensamos que nos interesaba vender nuestro producto, pero sin que se tiraran las toallas antiguas. Así que hemos desarrollado un programa donde se unen dos valores, la responsabilidad social y la ecológica, que muy importantes para nosotros.
Recogemos las toallas viejas o las que ya no están en uso. Y las clasificamos en dos. Por un lado, si aún están en buenas condiciones de utilización, las entregamos a una organización portuguesa que trabaja con personas sin hogar. Si no son dignas de usarse, las damos a una organización que se ocupa de animales abandonados. De esta manera, garantizamos que las toallas tengan una segunda vida. Y, por otro lado, les hacemos a las personas un descuento simbólico para que puedan comprar sus Torres Novas.
Materiales naturales
¿Qué otras acciones realizáis para reducir la huella de carbono?
Antiguamente no existía conciencia medioambiental. Aunque producir toallas de calidad que resisten durante décadas lo considero bastante ecológico. Para nosotros es muy importante la responsabilidad social y ecológica. Por eso hemos decidido producir solo en Portugal, porque podemos controlar el proceso de producción en nuestras pequeñas fábricas asociadas. Solo utilizamos materiales naturales, biodegradables y respetuosos con el medio ambiente. Por ejemplo, teníamos una colección Royale, que tiene una cenefa con flores y la hemos querido relanzar. Antiguamente se hacía con poliéster, porque es mucho más fácil trabajar con poliéster que algodón, porque te facilita mucho el proceso de producción. Puedes hacer producciones más pequeñas y con muchos más más colores sin que sea tan caro. Pero nosotros hemos cambiado el diseño y la elaboración de la toalla para poder hacerla 100% algodón. Es mucho más complicado y mucho más caro, pero o lo hacíamos así o no lo hacíamos. También tenemos una colección en algodón orgánico porque era algo que queríamos hacer: combinar un poco de sostenibilidad, comodidad y diseño. El toque del algodón orgánico es distinto. Y ahora estamos preparando una colección nueva y para nosotros es casi revolucionario, porque es nuestra primera colección en algodón reciclado. Sale en más o menos un mes y estamos muy orgullosos, porque es muy difícil controlar la calidad del algodón reciclado. Vamos a lanzarlo de una manera muy sencilla. Solo dos colores muy específicos. Quien lo compra sabe que está adquiriendo ese look más rústico, más natural.
Nuevos tiempos
¿Están cambiando los procesos de producción?
Nosotros sobre todo trabajamos con dos pequeñas fábricas, muy familiares, que usan los métodos de trabajo de siempre, pero estamos estudiando conjuntamente qué es lo que puede cambiarse. Se están adaptando a los tiempos de hoy y nos han ayudado en el reto del algodón reciclado. El algodón lo tenemos que comprar fuera porque no hay producción en Portugal. También están buscando soluciones en el tintado de color, para sustituir los productos químicos por otros más naturales.
¿Te atreves a pronosticar un futuro a medio plazo?
No sabemos qué viene, pero nosotros estamos trabajando para intentar crecer de forma sostenible. Queremos hacer las cosas de manera sencilla para evitar que nos pase lo mismo que ya ha pasado con tantas otras empresas. Portugal por ahora es nuestro mercado principal. El segundo es España, donde tenemos mayor potencial de crecimiento. El plan de internacionalización también incluye Francia, Italia, Alemania, los principales mercados europeos. Y también para otras áreas de negocio dentro del hogar. Probablemente, el próximo lanzamiento más relevante serán los textiles de habitación de cama.
¿Alguna cosa que quieras resaltar?
Hay muchos negocios antiguos de familia, marcas que se han quedado en el camino, que se han perdido en este mundo digital. Si las generaciones nuevas entran en los negocios se pueden juntar la sabiduría más moderna y actual con toda la sabiduría y aprendizaje acumulados durante décadas que tienen los mayores. Es posible unir lo mejor de los dos mundos. Estos proyectos que tienen tanta historia son parte de la cultura de nuestros países y es posible recuperarlo.