Dentro de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son la base, constituyendo un marco de referencia universal con el objetivo de transformar la sociedad, la industria y el planeta hacia un hacia una visión global más sostenible tanto económica, social y ambiental. Por ello, las actuaciones que se llevan a cabo en centros tecnológicos son vitales para que aquellas tecnologías, metodologías y conocimientos que surgen del mundo académico reviertan en la industria y en la sociedad.
AINIA se alinea principalmente con el ODS 9 de Industria Innovación e Infraestructura, ya que su actividad principal va enfocada a aumentar la investigación científica y mejorar la capacidad tecnológica de los sectores industriales con los que trabaja, fomentando así la innovación. Gracias a las acciones llevadas a cabo, las empresas son capaces de utilizar sus recursos y sistemas productivos con mayor eficiencia, de una forma más sostenible tanto desde un punto de vista medioambiental como económico. Por ejemplo, durante el año 2021 se desarrollaron hasta 273 proyectos multidisciplinares en diversas líneas relacionadas con los ODS 2,3, 7, 12, 13 y 15.
Desarrollo de NEOSUCCESS
El proyecto NEOSUCCESS de la convocatoria Fast Track to Innovation de los proyectos H2020 es un buen ejemplo de contribución a los ODS. El proyecto consiste principalmente en el desarrollo de una tecnología de biorrefinería en la que se aprovechan corrientes residuales procedentes de la industria alimentaria y biogás de plantas de tratamiento de aguas residuales para la producción de ácido succínico y biometano.
Este primer producto, el ácido succínico, es un compuesto ampliamente utilizado por la industria como compuesto de partida para la síntesis de bioplásticos, aditivos en comidas y bebidas, fabricación de resinas, conservantes, aditivo en combustibles o como precursor de anticonvulsivos. Este producto tiene una demanda anual de entre 40.000 y 45.000 toneladas. Actualmente, su origen mayoritario procede del refinado de crudo mediante la hidrogenación del anhidrido maleico, sin embargo, la ruta alternativa más extendida es la fermentación de la glucosa en presencia de CO2.
Este proceso de biorrefinería ha atraído a grandes empresas como BASF, Mitsubishi, Roquette o DSM; pero, tiene el inconveniente de utilizar directamente sustratos que pueden ser dedicados a alimento como son el maíz, el azúcar de caña, el arroz o el sorgo como fuente de glucosa. En cambio, en el proyecto NEOSUCCESS se ha trabajado con residuos de industria alimentaria con alto contenido de azucares cuyo fin habitual es ser depurado en una planta de tratamiento de aguas residuales.
Potencial del biometano
En cuanto al segundo producto que se obtiene, el biometano, se trata del vector energético con mayor potencial para sustituir la dependencia de Europa del gas natural y cuya principal limitación de uso es el contenido de CO2 y otras impurezas procedentes de los procesos de fermentación de materia orgánica, principalmente residuos. En el proyecto Neosuccess se aprovecha el CO2 del biogás durante la biosíntesis del ácido succínico de forma que se obtiene una corriente rica en biometano.
Para concluir, el proyecto NEOSUCCESS contribuye no solo al ODS 9 aportando una nueva tecnología más sostenible al sector empresarial agroalimentario, sino que también contribuye a la obtención de un vector energético asequible que puede ser producido en cualquier planta de tratamiento de residuos o en plantas de tratamiento de aguas, disminuyendo las emisiones de GEI en estas plantas (ODS 7), y minimiza el impacto de los residuos con alta carga en azucares procedentes de la industria alimentaria en las aguas residuales mediante su aprovechamiento y evitando así que se utilicen alimentos en la fabricación de biosuccínico (ODS 6 y 12).