Escrito por 10:21 Art 22, Artículos de opinión, Destacados, Ecología y Medio ambiente, Economía

ARTÍCULO DE OPINIÓN | Refabricación: el eslabón perdido del reciclaje

Compartir

Andy Tomkins, Canon EMEA Sustainability Engagement Manager

Andy Tomkins, Canon EMEA Sustainability Engagement Manager

Todos estamos haciendo cambios importantes en nuestra forma de vivir para poder reducir nuestro impacto medioambiental. Los productos que utilizamos, cómo viajamos e incluso lo que comemos, son decisiones que deben tomarse teniendo en cuenta la sostenibilidad. Hay un nuevo concepto a tener en cuenta: la refabricación.

Y, aunque como individuos todos deberíamos poner nuestro granito de arena, el cambio, por supuesto, debe ser impulsado en gran medida por los gobiernos y las organizaciones. Gracias al Green Deal de 2019, los Estados individuales y las empresas que operan en ellos están ahora obligados a dar un paso adelante en la lucha contra el cambio climático y, por lo tanto, a cumplir la promesa de la UE de convertirse en el primer continente neutro en carbono para 2050.

Pero, desde el punto de vista empresarial, hay un gran número de formas y nuevos enfoques que pueden utilizarse para caminar hacia este objetivo y, por supuesto, el sector en el que opere una empresa también determinará en cierta medida las áreas de inversión, investigación e innovación en las que se centrará para reducir sus emisiones de carbono.

El concepto de refabricación

Uno de los enfoques más sencillos ha sido definido por la frase “reducir, reutilizar, reciclar”. Como jerarquía teórica, se aplica fácilmente tanto a los hábitos de consumo como a las operaciones empresariales. Si se puede, hay que reducir todas las acciones que tienen un impacto negativo en el medio ambiente. Si no se puede, es primordial buscar la forma de reutilizar productos o materiales. Y si no, habrá que reciclar todo lo posible para asegurarse de que nada se desperdicia.

Muchas empresas y particulares se esfuerzan activamente por reducir el impacto ambiental, especialmente alineándose con el concepto de economía circular, que en cierto modo formaliza la jerarquía “reducir, reutilizar, reciclar”. Pero, aunque se estima que la adopción a gran escala de prácticas de economía circular en Europa podría reducir a la mitad las emisiones de CO2 de aquí a 2030, según recoge “The Ellen MacArthur Foundation”, por mucho que nos esforcemos en reducir nuestro impacto en el medio ambiente o en reutilizar cosas, siempre habrá una demanda de productos nuevos y de alta calidad por parte de los consumidores.

Y aunque el reciclaje puede ayudar a garantizar que los materiales de los productos antiguos se reutilicen en la medida de lo posible, la recuperación de esos materiales requiere mucho tiempo, dinero y energía. Este es un reto especial en la industria tecnológica, ya que las cifras de la Agencia Europea de Medio Ambiente muestran que el reciclaje de residuos electrónicos está muy por detrás de los envases y los residuos domésticos.

Otro enfoque

El eslabón que falta en esta cadena verde es la refabricación. Un proceso que ofrece productos de mejor calidad que la reventa o la simple renovación, y que en muchas situaciones es más eficiente y económico que el reciclaje. Se trata de un enfoque que los fabricantes innovadores están estudiando detenidamente y que, si se amplía, podría ayudarnos a realizar los cambios que necesitamos para proteger al medio ambiente. Y, ¿qué es la refabricación?

Comprar cosas de segunda mano puede ser a menudo una decisión responsable desde el punto de vista medioambiental. Aunque los productos reacondicionados, aquellos dispositivos antiguos que han sido ligeramente arreglados, contribuyen en cierta medida a solucionar el problema de la calidad, en general nos sigue preocupando tener algo nuevo que sabemos que va a funcionar de forma óptima. Y aquí es donde entra la refabricación. En lugar de limitarse a recuperar dispositivos de segunda mano y darles una nueva mano de pintura, se toman estos dispositivos y se reconstruyen para que funcionen como nuevos.

La refabricación ofrece una gran ventaja sobre el reciclaje al reducir la cantidad de tiempo y energía que se gasta en recuperar y procesar los materiales para su uso en la creación de nuevos productos. Combinado con el alto rendimiento que ofrece, ayuda a satisfacer la demanda de los consumidores de tecnología nueva y de calidad, al tiempo que limita el impacto en el medio ambiente. Además, tiene un gran potencial económico. Puede desbloquear nuevas fuentes de ingresos para las empresas, reduciendo los costes asociados a la obtención de nuevas materias primas o al reciclaje de las antiguas, al tiempo que atrae a los consumidores dispuestos a pagar por productos que sean respetuosos con el planeta.

Nuevos procesos

Entonces, si esto es así, ¿por qué no es una práctica industrial más común? Hay varias razones para ello, una de las principales es el enfoque actual del diseño de productos. Aunque muchos fabricantes han empezado a pensar más en cómo hacer que sus productos sean más fáciles de reciclar, la mayoría todavía no se plantea este proceso.

Es algo que requiere una planificación e innovación considerables porque va más allá de hacer que los productos sean reciclables o reparables: hay que pensar detenidamente qué partes del producto tienen que durar y cuáles serán sustituidas, si el montaje puede automatizarse e incluso cómo pueden devolverse los productos para su refabricación. Las empresas deben estar dispuestas a invertir e innovar en nuevos procesos y operaciones de fabricación que tengan en cuenta este aspecto si quieren aprovechar sus ventajas medioambientales y económicas.

Pero tal vez el mayor reto sea que se entiende poco, si es que se entiende. Educar a los consumidores sobre la diferencia entre un dispositivo refabricado y uno reacondicionado es fundamental para superar las dudas sobre la compra de “segunda mano”. Al mismo tiempo, es evidente la necesidad de que los gobiernos presten más atención y fomenten la refabricación como práctica habitual del sector.

La refabricación es una de las muchas formas en que podemos ayudar a construir un futuro mejor para nuestro planeta, pero las empresas, los gobiernos y los consumidores deberían ser más conscientes e invertir en ella para ayudar que esta práctica tenga éxito.

Andy Tomkins, Canon EMEA Sustainability Engagement Manager

Compartir
Close