El sector del plástico español debe transformar el residuo del plástico en recurso, hacer frente a los retos planteados en la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados por una Economía Circular y por la escasez de materias primas debido al desabastecimiento mundial.
El uso de las bandejas de plástico en alimentación ha pasado de 32 a 53 por persona en Cataluña entre 2018 y 2020. Esto implica que los consumidores están apostando por la compra de productos de alimentación envasados en bandejas. Para poder alcanzar un consumo sostenible del plástico se debe atacar este problema desde varios frentes.
Soluciones para el residuo del plástico
En primer lugar, se debe apostar por la formación y la transparencia en el etiquetado de los productos evitando el greenwashing y poniendo en el mercado productos sostenibles que lo parecen, pero no lo son.
Además, es importante que los envasadores sean conscientes de la necesidad de buscar soluciones consensuadas con los fabricantes de bandejas para el sector, reduciendo gramajes y optimizando al máximo las posibilidades de la economía circular. Y, por último, se debe concienciar al consumidor en la necesidad de consumir productos reciclables y sobre todo, enseñarles cómo gestionar el recurso para facilitar su reciclaje posterior.
La industria, al igual que el consumidor, tiene una responsabilidad en la transformación del residuo del plástico a recurso. Y en este sentido Biblox, fabricantes de bandejas termoformadas para el sector de la alimentación, ha decidido apostar únicamente por materiales reciclados y reciclables que recojan el guante de la economía circular y faciliten el trabajo de la industria agroalimentaria y de los consumidores.
Iniciativas
Como afirma su director general, Josep Anton Gaset, “desde hace un tiempo, los moldes que fabricamos son polivalentes, permiten trabajar con espesores más bajos y así reducir la cantidad de plástico introducido en el mercado, con lo que también disminuye la tasa impositiva del punto verde. Recordemos que este impuesto se abona según el peso del total de plástico colocado en el mercado. De esta manera, disminuye también el impuesto del plástico que se aplicará a partir de 2023, que se paga tanto por el gramaje como por el material de plástico que no sea de procedencia reciclada”.
Biblox sigue ampliando su portfolio con nuevos moldes para contribuir a la substitución de las actuales bandejas POREX y garantizar el suministro de plástico reciclado R-PET (polietileno tereftalato) ante el desabastecimiento del mercado.
Finalmente, seguirá fomentando la economía circular y concienciando a la opinión pública de la necesidad de convivir de manera adecuada con los productos producidos con plástico.
La nueva legislación
La nueva normativa deroga la anterior ley 22/2011 e integra la nueva directiva marco de residuos europea y la referente a los plásticos de un solo uso. Potencia el reciclaje porque los fabricantes podrán reducir la base imponible en la cantidad de plásticos proveniente del reciclado de envases que hayan sido utilizados previamente.
La ley 7/22 también establece un impuesto estatal sobre los envases de plástico no reutilizables, es decir, de un solo uso. Está grabado con 0,45 euros el kilo de las actividades de fabricación, importación o adquisición intracomunitaria. Además, a partir del 1 de enero de 2023 prohíbe, entre otros materiales, el uso de poliestireno expandido (POREX).
El reglamento aboga por que los productores hagan lo posible por aumentar la sensibilización social sobre el menor uso posible de plástico y su correcto reciclaje.