Hay pequeños gestos que pueden contribuir a hacer un mejor planeta, contribuir a unas Navidades sostenibles. Como un alumbrado navideño menos luminoso. El sector de la publicidad invierte más de 600.000 millones todos los años con el objetivo de dar cumplimiento a necesidades y deseos de los consumidores. Pero muchos de los productos que se adquieren se arrojan a la basura en menos de seis meses.
Este proceso acarrea ingentes pérdidas de recursos e impactos en el medio ambiente. Por eso hay que concienciarse de que estas fechas son vitales para cuidar la naturaleza y combatir el cambio climático. Muchas personas consideran la Navidad un tiempo para derrochar, para tirar la casa por la ventana: regalos, decoración, alimentos exquisitos, viajes… Pero es posible disfrutar de manera responsable y sin necesidad de malgastar recursos generando unas Navidades sostenibles.
El objetivo es seguir gozando de unas fiestas tradicionales, pero añadiendo una visión ecológica. Ofrecemos a continuación una lista de consejos para tener unas fechas inolvidables junto a los seres queridos.
Por unas Navidades sostenibles
Cuidado con la elección. Se deben escoger productos útiles y duraderos.
Certificaciones. Se tienen que adquirir productos con bajo impacto ambiental o con certificaciones ecológicas fiables.
Regalo de flores. La opción sostenible son las plantas de interior.
Cuidado con la tecnología. Conviene fijarse en los productos reacondicionados, más baratos y con garantía.
Regalar productos sostenibles. Juguetes de madera y ecológicos, botellas de acero inoxidable para el agua, productos “cero residuos” o versiones reutilizables de productos desechables deben figurar entre las preferencias.
Árbol de Navidad alternativo. No hay por qué escoger entre uno de plástico o un abeto natural. Es posible, con ganas y habilidad, crear un árbol sostenible gracias a ramas sueltas y otros elementos reciclados.
Adornos sostenibles. Se deben aprovechar elementos de otras Navidades o generar adornos como si fueran trabajos manuales de manera respetuoso con el medio ambiente.
Reducir el uso de purpurina. Se puede hacer confeti con papel de revistas.
Generar una pared de pizarra. Para dibujar y otras muchas posibilidades.
Utilizar envoltorios ecológicos. Conviene aprovechar el papel que se tenga por casa para empaquetar los regalos. El papel tiene un alto coste ambiental para los bosques del planeta.
Regalos útiles. Se puede apostar por realizar regalos sostenibles como productos que no ocasionen residuos.
Reutilizar regalos. Los juguetes que ya no se utilicen pueden ser donados.
Kilómetro cero. Los alimentos, cuanto más cercanos, menos transporte requieren y menos emisiones de CO2 provocan. Se deben adquirir productos de la artesanía local, el consumo de barrio o de los pueblos de las cercanías. Si se consumen productos sostenibles del ámbito rural, se puede evitar la despoblación. Porque contribuye a fijar población rural, ayuda a que no desaparezcan los gremios artesanales y a que las personas artesanas no dejen su oficio ni el campo.
Apuesta por el producto fresco. Mejor natural y de temporada. Y, si se puede, ecológico.
Evitar los productos elaborados. Hay que comprar a granel siempre que sea posible. También las uvas.
Reducir el consumo de carne y pescado. Se debe apostar por menús ricos en verduras, legumbres y frutas.
No desperdiciar comida. Producir los alimentos requiere esfuerzo y recursos. Se debe procurar no malgastar la comida. Si sobra algo, se puede inventar un plato nuevo.
Aprovechar el horno. Si se cocina en el horno, se puede ahorrar dinero y energía si se preparan varios platos a la vez.
Consumo responsable. Adquirir productos ecológicos o con materiales y o procesos sostenibles.
De gala, pero sostenible. Para celebración de las fiestas se puede reciclar un modelo de otros eventos o comprar ropa en tiendas de segunda mano.
Ahorro de agua. Se debe limitar el gasto: evitando prelavados y acortando las duchas.
Usar el modo eco de los electrodomésticos. Con la lavadora, el lavavajillas o la secadora se obtiene así el mismo resultado y se ahorran agua y energía.
Iluminación de bajo consumo. Conviene apostar por las bombillas LED porque tiene mayor duración y su consumo es mucho más reducido que el de las bombillas convencionales.
Ahorrar energía. No es necesario tener todas las luces encendidas.
Bolsas propias para la compra. Hay que acudir a la compra con bolsas propias reutilizables. Se deben evitar las de plástico.
Hay que reciclar. Si por alguna de esas casualidades aún no se separan los residuos en el hogar, este es un buen momento para comenzar. Lo primero es adquirir un contenedor adecuado.
Nada de plásticos de un solo uso. Vajilla, cubiertos y cristalería de toda la vida deberían tener todo el protagonismo frente a platos, tenedores y copas de usar y tirar.
Evitar los plásticos desechables. Optar por materiales sostenibles como la madera, barro o cartón.
Email para Papá Noel o a los Reyes Magos. Se puede sustituir la tradicional carta de papel por un correo electrónico. Así se evita malgastar papel.
Necesidades reales. En la carta a los Reyes Magos o Papá Noel, hay que pensar si lo que se pide se necesita de verdad.
Poner verde la vida. Hay que poner plantas en casa y también se puede montar un huerto urbano en el balcón.
Salir a la naturaleza. Se puede aprovechar para programar una excusión el campo.