DHL, sociedad de transporte y logística, acaba de presentar el libro blanco ‘Cumpliendo con la circularidad, Delivering on Circularity’, donde se estudia con detenimiento la economía circular, sobre todo en lo referente a moda y electrónica de consumo.
La influencia de estos sectores sobre el medio ambiente resulta indudable. Por eso hay que seguir profundizando en los retos que se pueden salvar gracias a la economía circular para dibujar un porvenir sostenible que ataje el cambio climático.
La economía circular se basa en las 5R: reducir, reparar, revender, reacondicionar y reciclar. Para cerrar el proceso que termina en la circularidad se precisa rediseñar las cadenas de suministro.
El cambio climático deteriora a ritmo acelerado el medio ambiente. La ingente producción de residuos pone al borde del colapso a los ecosistemas, entre los que se encuentran las personas. Para frenar estas graves consecuencias se necesita una conjura de las empresas con un claro objetivo: que el futuro sea más sostenible.
La sostenibilidad pasa por hacer compatibles producción y consumo con la protección del medio ambiente. Ese es el motivo de la edición de Cumpliendo con la circularidad, hacer frente a los problemas.
El desarrollo y la innovación de la logística contribuye al impulso de la circularidad, tanto los flujos físicos como los de datos. La producción puede optimizarse hasta alargar los ciclos vitales de los productos. Una solución se halla en desarrollar nuevos hábitos de uso o sacar provecho del reciclaje.
Impacto en la moda y la electrónica de consumo
La estructura de los sectores de la moda y la electrónica de consumo predisponen a la economía circular. Los dirigentes de este tipo de industrias ya están trabajando en los posibles cambios propiciados por la circularidad con importantes iniciativas.
Los expertos calculan que el 20% de las prendas producidas no se usan, y los teléfonos móviles no duran más de dos o tres años porque se cambian. Entre los dos sectores suman más del 6% de las emisiones en todo el planeta de gases de efecto invernadero.
La producción de dispositivos electrónicos genera una necesidad de recursos no renovables, como tierras raras (elementos químicos que se precisan para la fabricación de tecnología) y metales. También hay que tener en cuenta que estos sectores necesitan una extensa utilización de suelo (más incluso que Alemania y Suiza juntas), de consumo de agua (en cantidad similar al 40% del consumo anual en Estados Unidos). Por si fuera poco, los residuos equivalen a la mitad de los producidos en Europa.
¿Cuál es la solución? Como el 80% de las emisiones de un producto de moda o electrónica tiene lugar en el proceso productivo, si se prolonga la vida útil será beneficioso. También debe tenerse en cuenta, en ese camino a la circularidad, la modificación de los hábitos de los consumidores. De hecho, la demanda de marcas de la economía circular y de productos sostenibles estimula el alargamiento del ciclo de vida.
Las novedades repercuten en la diversidad de las carteras de productos y servicios, fenómeno al que acompaña un compromiso de los clientes con la sostenibilidad. Innovación, sostenibilidad y crecimiento se dan la mano.
Transición hacia la economía circular
El propósito final de la economía circular es que los productos de hoy pueden ser reciclados hasta convertirse en las materias primas del futuro. La tecnología es la clave para modificar las cadenas de suministro y regular los ciclos de reciclaje. DHL apuesta por la asociación con todos los actores participantes.
DHL ha identificado los elementos de la cadena de valor del producto para favorecer la economía circular: producir bajo demanda, devolución inteligente de productos, hacer envases reutilizables, cambio en los hábitos de utilización y recogida y reciclaje. Además, hay que incitar al consumidor a que tenga un comportamiento circular.
Ahorro de emisiones
Con un cambio en el diseño de las cadenas de suministro y la visibilización del proceso estará más cerca cerrar la circularidad. Si se tienen en cuenta los réditos, el esfuerzo de todos resultará más útil. La economía circular supone un importante ahorro de emisiones. Un ejemplo: un 50% de circularidad sirve para ahorrar las mismas emisiones como si los usuarios de ‘streaming’ no vieran contenidos de video durante cinco años.
Aparte de la participación de los actores interesados, se precisa una renovación de la logística, porque la circularidad necesita otra manera de distribuir materiales y productos.