AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, ha coordinado el proyecto LIFE CIRC-ELV, que ha conseguido desarrollar un nuevo proceso para el reciclado de los componentes plásticos de los vehículos fuera de uso. El proyecto ha sido cofinanciado con el apoyo del programa LIFE de la Unión Europea y ha contado además con la participación de Desguace Cortés, Sigit, Sigrauto, la francesa Indra y la portuguesa Isolago. Y ha conseguido nuevos plásticos con menos emisiones
Este nuevo proceso de recuperación de plásticos ha sido realizado por parte de uno de los miembros del consorcio, la empresa Desguace Cortés. Se han separado los paragolpes de polipropileno (y también de los depósitos de polietileno) de los vehículos fuera de uso. Los materiales se han reciclado y han regresado al ciclo productivo gracias a la economía circular.
Ciclos de plásticos con menos emisiones
Dos demostradores de reciclado se han desarrollado en el proyecto: uno de ciclo cerrado (el plástico se mantiene en el sector de la automoción) ya que se trata de pasos de rueda para vehículos fabricados por Sigit, y otro de ciclo abierto, en el que se han fabricado tuberías en una planta de producción de Portugal, cercana al socio Isolago.
El papel de AIMPLAS en el proyecto ha consistido en optimizar el pretratamiento de los paragolpes y depósitos para obtener la materia prima reciclada con la que fabricar los nuevos productos de los demostradores. El resultado: unos plásticos con menos emisiones, con una reducción del 20% en las emisiones de CO2 generadas durante el proceso de fabricación de los nuevos productos, gracias al uso de un 30% de plástico reciclado procedente de los vehículos fuera de uso.
La aceptación de este plástico reciclado va a permitir la reducción de huella carbono en un 85%. El centro tecnológico ha analizado los impactos ambientales durante todo el ciclo de vida, de la recuperación de piezas plásticas en los desguaces y del proceso productivo de piezas con plástico reciclado.
Distintas aplicaciones
La tecnología desarrollada durante este proyecto podrá ser aplicada en otros desguaces para obtener plásticos reciclados listos para la fabricación de otro tipo de productos, como electrodomésticos, dispositivos para controlar las plagas y utillaje para agricultura.
La implementación de este modelo de separación de piezas en los desguaces europeos viene avalada por Indra como compañía referente en el sector de tratamiento de vehículos fuera de uso.