El mundo se encamina poco a poco hacia la sostenibilidad. Cada vez somos más consciente de que el futuro de todos es el que está en juego y todos los agentes de la sociedad, tanto económicos como sociales o políticos, lo saben y están implicados en ello. Actualmente, estamos en el momento óptimo para trabajar en clave de sostenibilidad, por eso todos los sectores, incluido el de la restauración está aportando su grano de arena a esta labor global, sin excusas. Ser una restauración sostenible es posible.
Desde que el 25 de septiembre de 2015, 193 países, de entre los que se encuentra España, se comprometieran a alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas para su cumplimiento en 2030, parece que la palabra sostenibilidad se instauró en boca de todos, aunque a veces con una falta de conocimiento sobre el concepto. Tanto es así, que en opinión de Xanty Elias, CEO de Finca Alfoliz y Grupo XE, “existe una demanda creciente de la palabra sostenible, sin embargo creo que hay mucho desconocimiento del sistema y mucha menos información en la calle de la que podría haber”.
De hecho, en ocasiones, y derivado de este ingenuo desconocimiento del concepto, se piensa que el barco de la sostenibilidad solo navega en mares verdes sobre medio ambiente y, nada más lejos de la realidad, la sostenibilidad es mucho más, es un todo.
Si pensamos en la relación entre sostenibilidad y restauración, cualquiera de nosotros piensa directamente en la implicación que puede tener la hostelería en la lucha contra los desperdicios de alimentos. Un tema del que por otro lado, parece que nos hemos concienciado rápido, pues este año está siendo de gran relevancia a la espera de que durante el 2022 el Gobierno dé el empujón definitivo a la ambiciosa futura ley de prevención de pérdidas y desperdicio alimentario. Sin embargo, no es el único hito donde la restauración puede hacer hincapié para conseguir un sector sostenible.
