Inka Palet, fabricante de palés y contenedores, ha desarrollado una solución sostenible para el punto de venta que lleva por nombre Eco Plastic Palet. Este producto consiste en un palé mixto reciclado y box de cartón La compañía ha contado con el asesoramiento estratégico del Packaging Cluster, la experiencia en ecodiseño y gestión sostenible de Oiko Design Office y la financiación de la Agencia de Residuos de Cataluña.
Enfocado al sector agroalimentario y la gran distribución, está elaborado con parámetros de ecodiseño, lleva material recuperado de envases ligeros después de consumo. Estos recipientes en su mayoría acababan en el vertedero.
Palé mixto reciclado protector
Se trata de una solución donde todos los componentes tienen “asignada” una función. El palé de plástico reciclado protege el producto de posibles manipulaciones incorrectas, el box de cartón diseñado con material reciclable favorece una buena protección durante las operaciones de transporte y los tubos de cartón permiten el refuerzo del acopio vertical con una fijación rápida y segura.
“La solución cumple una doble función: por un lado, se utiliza como embalaje para enviar mercancías y, por el otro, como expositor en el punto de venta, favoreciendo la reducción de embalaje secundario para la presentación de productos a granel”, explica Miquel Fontbona, presidente y fundador de Inka Palet.
Este tipo de soluciones se enmarcan en un panorama de cambio de la logística: materiales reciclados y reciclables, reducción del peso del transporte y fomento de la reutilización y la funcionalidad.
Segunda vida
Con el lanzamiento de este palé mixto reciclado se pretende un doble objetivo: identificar nuevas aplicaciones para los materiales reciclados y fomentar una logística sostenible, con reducción de las emisiones de CO2 mediante el diseño de palés más ligeros.
“Los palés son uno de los envases terciarios más utilizados en el proceso de distribución de mercancías, por lo que esta solución es un gran paso para el sector. Tenemos el convencimiento de que la economía circular es una obligación, pues el residuo es parte del movimiento natural de los ciclos de transporte y venta del producto y es primordial darle una segunda vida”, comenta Martina Font, presidenta del Packaging Cluster.