Estamos en la tormenta perfecta para que la factura de la luz suba y suba: una legislación que castiga el consumo, inflación desbocada, guerra en Ucrania… Las distintas asociaciones, como la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), periódicamente ofrecen consejos para ahorrar. En algunas ocasiones basta con cambiar los hábitos. He aquí diez maneras de lograr el ahorro en la factura de la luz.
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Uso eficiente de los electrodomésticos. Resulta importante comprar un electrodoméstico de clase energética eficiente (clase A o clase B). Se deben usar las lavadoras y los lavavajillas a plena carga. Hay que elegir los programas que funcionan a temperaturas bajas: los programas ECO del lavavajillas o lavar a 40º C la ropa suponen un ahorro del 40%. Pueden apagarse las placas eléctricas o el horno (uno de los electrodomésticos que más consume) poco antes de que termine el tiempo de cocción y aprovechar el calor residual. Mantener limpios los electrodomésticos significa aumentar la eficiencia.
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Uso eficiente del frigorífico. Se trata de un electrodoméstico con una vida útil que oscila entre doce y quince años. Es el que más consume, porque está siempre en funcionamiento. Para amortiguar los efectos de la factura conviene no situar la nevera junto a una fuente de calor, pues gastará más energía. Resulta fundamental que mantenga la temperatura adecuada en su interior (5 °C en el frigorífico y de -18 °C en el congelador). Además, debe circular el aire suficiente en torno al frigorí Por eso se aconseja que no esté pegado a la pared. Debe comprobarse que cierra correctamente. Tienen que disponerse los alimentos de manera que el frío se reparta y hay que eliminar la acumulación de hielo. Nunca debe ponerse el termostato al máximo. Y se tiene que evitar meter alimentos calientes en la nevera porque aumenta la temperatura interior.
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Ajuste de termostatos. En lo más frío del crudo invierno se puede ahorrar si uno se viste adecuadamente en el interior del hogar. Y lo mismo en verano. La solución para conseguir el ahorro en la factura de la luz pasa por ajustar termostatos de calefacción y aire acondicionado. Por lo que respecta a la calefacción, tener la casa a 21º C en vez de a 24 supone bajar un 20% el consumo de energía. Se pueden abrir solo los radiadores que se van a utilizar. También se produce un ahorro importante si no se baja el aire acondicionado del umbral de 23º C o 24 en verano.
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Nada de stand by. Hay que apagar siempre del todo algunos aparatos cuando se han dejado de utilizar. El modo stand by continúa consumiendo electricidad, menos que en funcionamiento, pero de manera significativa. Desenchufar la televisión, el ordenador, el cargador o el equipo de música cuando no se usen puede suponer una disminución del 10% del consumo energético.
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Iluminación inteligente. La luz solar es la mejor manera para iluminar un hogar. Por eso hay que usarla siempre que se pueda. Y apagar las luces de las estancias desocupadas. Conviene sustituir las bombillas incandescentes por modelos de bajo consumo de clase A.
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Invertir en aislamiento. Un buen aislamiento redunda en el ahorro en la factura de la luz. Se recomienda colocar burletes en puertas y ventanas.
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Vigilar los tramos horarios. Con la entrada en vigor, el 1 de junio del año pasado, de un nuevo formato de factura, se distinguían tres tramos de facturación: una hora valle con precio muy bajo por las noches, una hora llana con precio intermedio y horas punta, con la electricidad más cara. Estos tramos solo afectan a la tarifa regulada, también denominada PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor). Esa es la teoría, porque lo cierto es que en determinados días apenas existen diferencias entre los tres tramos, y cuando se producen estas disparidades cada vez es en una franja distinta. El consejo es consultar los precios oficiales en tiempo real.
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Revisar la potencia del contrato. Gran parte del pago va en función de la potencia contratada. Si nunca salta el interruptor de control de potencia que llevan los contadores, puede ser que sea posible contratar algo menos de potencia. Los nuevos contadores facilitan conocer los picos de potencia registrados durante los últimos doce meses. El sistema de facturación permite a los usuarios que tienen precio regulado la opción de contratar dos potencias diferentes.
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Uso de renovables. Las ofertas crecen con precios competitivos. Los paneles fotovoltaicos, por ejemplo, han bajado mucho su coste en los últimos años. Con una calculadora energética se puede realizar una simulación del ahorro en la factura de la luz.
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Elegir la tarifa apropiada. Hay muchas opciones, pero no hay que dejarse llevar por la publicidad y estudiar lo mejor para cada uno. ¿PVPC o mercado libre?, ¿una tarifa fija o una tarifa indexada con precio cambiante cada día? La información suele ser confusa, pero hay que escoger la tarifa más adecuada al perfil de consumo. Existen distintos comparadores que permiten calcular con precisión ahorro y detalle de cada oferta.