La calidad como activo imprescindible en Heineken España marca la elaboración de sus cervezas con ingredientes naturales de primera calidad. La empresa estima que la sostenibilidad es un sello de excelencia, compromiso íntimamente vinculado al campo, el primer eslabón de su cadena de valor, una apuesta por la agricultura verde.
La cervecera lleva años en colaboración con sus proveedores para impulsar todavía más una agricultura verde y promover el cultivo de las materias primas con las que elabora sus productos. Y en esa tarea ha conseguido éxitos muy destacados en su sector, como que el 93% de ellas ya sean de origen local o que tres de cada cuatro cervezas de la familia Heineken España provengan de cultivos sostenibles certificados con protocolo SAI (Sustainable Agriculture Initiative).
Agricultura verde y responsable
Estas acciones se complementan con la responsabilidad de marcas como Heineken, que fomenta la producción sostenible de pura malta de cebada, su ingrediente esencial. Para ello verifica el nivel de sostenibilidad de sus proveedores a través de la Evaluación de Sostenibilidad Agrícola (FSA, por sus siglas en inglés), una herramienta de la plataforma SAI, e incorpora este sello a sus productos.
Esta metodología ha hecho posible una mayor colaboración en la industria de alimentación y bebidas de todo el mundo, estableciendo así un marco de referencia sencillo con tres niveles de compromiso (bronce, plata y oro). Así se evalúan una serie de requisitos esenciales, básicos y avanzados en torno a criterios como la gestión de nutrientes, agua y aditivos agroquímicos, las emisiones de residuos y carbono, la protección de la biodiversidad o los protocolos de salud y seguridad que los agricultores ejecutan en el proceso de plantación.
El sello FSA concede una mayor seguridad porque certifica el cumplimiento de requisitos del sistema de gestión de producción alimentaria y de control de alérgenos por parte de la empresa. Así se demuestran los logros y se establecen las próximas metas. Heineken define el nivel “FSA Plata” (que supone cumplir el 100% de los requisitos esenciales y básicos) como el óptimo para sus proveedores de cebada maltera.
El verde como color de futuro
La Directora de Relaciones Corporativas de Heineken España, Carmen Ponce, así lo explica: “En la familia Heineken España siempre hemos pensado y actuado en verde y estamos decididos a inspirar a todo el mundo nuestra pasión por la sostenibilidad. Empezando con los agricultores que cultivan nuestras materias primas, porque sabemos que para elaborar cervezas que le gusten al mundo se necesitan ingredientes de gran calidad, capaces de crear valor compartido para las personas y el planeta. No descansaremos hasta hacer que el 100% de nuestro abastecimiento sea local y sostenible”.
Heineken España está comprometida con la agricultura verde en el marco de su estrategia de sostenibilidad “Brindando un Mundo Mejor”, estrategia alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. El reto consiste en cumplir un doble objetivo, medioambiental y social, y por ello se apuesta por el verde como el color del futuro. En este caso, para limitar las emisiones que se provocan al cultivar sus materias primas y avanzar en la ambición de ser neutra en carbono en toda su cadena de valor en 2040. Y, por otra parte, para ayudar al fomento de la colaboración con otras entidades, públicas y privadas, a fin de contribuir juntas al progreso económico y social de la comunidad.
En la actualidad, casi el 75% de las materias primas con las que elaboran las cervezas de la familia Heineken España proceden de cultivos sostenibles certificados bajo protocolo SAI. Pero la ambiciosa política de compras sostenibles de la cervecera aspira a lograr la certificación sostenible para el 100% de sus ingredientes, incluyendo, aparte de la cebada o el maíz, el lúpulo, las manzanas que usa para la elaboración de sidra, los concentrados de fruta, el azúcar o el maíz.
Buenas prácticas agrícolas
Debe añadirse la incorporación de nuevas técnicas que mejoran la rentabilidad del agricultor o le suministran un ingreso extra mientras cuidan el entorno natural. Como las desarrolladas con el Proyecto Olivo, que estudia los beneficios del cultivo simultáneo de cebada cervecera y olivar en los campos de Jaén y Granada; o la experiencia de su factoría de Jaén, la primera fábrica cervecera cero emisiones y cero residuos de España, que usa restos de poda agrícola de la comarca para generar energía térmica 100% renovable, en forma de biomasa.
Debe subrayarse el fomento de buenas prácticas agrícolas para aumentar las garantías de abastecimiento local y sostenible al favorecer la adaptación de los cultivos al cambio climático. Heineken España colabora con más de un millar de agricultores locales apoyándose en organismos como la Comisión Mixta de Malteros y Cerveceros de España o de compañías como Intermalta, en el caso de la cebada maltera.
Por lo que respecta al lúpulo, cultivo que precisa unas condiciones ambientales muy específicas y poco comunes en la geografía española, trabaja junto a Hopsteiner España para investigar las variedades con más producción en plantaciones de León y para estudiar nuevos desarrollos de este cultivo en Cuenca y Albacete.