La Directiva Europea de Eficiencia Energética en Edificios señala que los edificios provocan un 36% de las emisiones contaminantes de la Unión Europea (UE). El consumo de energía de estos edificios alcanza el 40%.
El sector de la construcción está experimentando desde el comienzo de la pandemia de COVID-19 una evolución, fruto de la reinvención. Este nuevo escenario precisa desarrollos tecnológicos que mejoren un mercado necesitado de avances en sostenibilidad y tecnología.
Consumo de energía y Agenda 2030
Con el desafío de enfrentarse al cambio climático y la degradación del medio ambiente y para cumplir las pautas del Green Deal y los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, los retos de la construcción se articulan en torno a nuevos proyectos como las edificaciones de obra nueva con Edificios de Consumo Energético Casi Nulo (ECCN) o gracias al logro de certificaciones ambientales, así como la ayuda de los fondos europeos NextGeneration mediante la Renovation Wave, que busca mejorar la eficiencia energética de los edificios.
Madrid será una ciudad pionera en España para comenzar a explotar este desarrollo, donde la industrialización y la digitalización van unidas con el impulso de construcciones innovadoras en marcha.
Soluciones para Madrid
El uso del BIM permite la incorporación de eficiencia económica, energética y de los recursos a la construcción de edificios. Esta es una de las prácticas que se están realizando en Madrid, donde también se utilizan nuevos materiales de construcción que certifican soluciones eficientes para el consumo de energía y apoyadas en la economía circular del sector.
Desde Ribera del Calderón afirman que “tras la subida de precios que estamos experimentando, tanto en nuestro país como en el extranjero, la inversión en edificios de calidad empieza a ser la opción prevalente entre los consumidores que buscan comprar viviendas”.
“Cuidar estas nuevas edificaciones -añaden-, convirtiéndolas en estructuras amigables para nuestro medio ambiente, hará posible que las ciudades donde se sitúen, como Madrid, sean ciudades sostenibles y preocupadas por reducir los efectos de la contaminación”.