La última investigación del enólogo Rafael Vivanco ha culminado en el vino de municipio Vivanco Brunes. El nuevo producto, de color violáceo y profundo, es el primer vino de esta categoría de Bodegas Vivanco.
Toma su nombre de la Edad Media, cuando la localidad riojana de Briones era conocida como Brunes. Solo se etiquetan como vino de municipio los caldos cuyas uvas provienen de una localidad en concreto. Además, tienen que estar elaborados, criados y embotellados, como establece la norma del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja.
Un vino singular
Este homenaje al pasado de la villa se sustancia en un vino que nace a partir de la selección de dos parcelas de viñedo propio: Orizabal, donde se cultiva la uva Tempranillo, y La Isla, con Maturana Tinta. Estas dos variedades son cultivadas de manera ecológica. Vivanco Brunes también es un vino vegano, pues en su proceso no existen ningún elemento de origen animal. Cabe recordar que en la clarificación en ocasiones hay trazas de albúmina de huevo.
La singularidad del paisaje y el viñedo prefigura un vino especial. Briones se encuentra en el corazón de la Rioja Alta, a 502 metros sobre el nivel del mar. Y es una localidad con una fuerte tradición vitivinícola, con 1.400 hectáreas de viñedo amparadas por la DOCa Rioja. El clima atlántico y un suelo de calidad de origen pedregoso, junto al Ebro, y otros más arcillosos y calcáreos, rumbo al sur, determinan las características de estos viñedos.
Tempranillo y Maturana Tinta
Las dos parcelas donde se crían las uvas que dan el Vivanco Brunes se cultivan siguiendo los conceptos de la agricultura ecológica; Orizabal desde 2013 y La Isla desde 2016. En la parcela Orizabal, una finca de casi cuatro hectáreas a la que rodean almendros al oeste de Briones, se cultiva la variedad Tempranillo, delicada y sutil. El suelo poco profundo, hace que la uva no tenga un excesivo vigor. Así se consigue el mejor Tempranillo, de maduraciones lentas y vinos frescos y vivos.
Al este de Briones se encuentra La Isla, una finca de 1,6 hectáreas en medio de una ínsula que se despieza de Briones y se acerca a la ribera del Ebro. Sus suelos pobres y la alta densidad de plantación favorecen el vigor moderado de la Maturana Tinta, uva autóctona de Rioja de la que Vivanco es su principal cultivador. De las 229 hectáreas en Rioja, más de 25 pertenecen a Vivanco. La Maturana Tinta, variedad de ciclo más corto, otorga al vino un sabor único.